Una confitería en Avilés con historia: Confitería Grao

En pleno barrio de Villalegre, y con más de 45 años de historia a sus espaldas, Confitería Grao se ha convertido en una de esas joyas del comercio local que forman parte de la vida cotidiana de muchas personas.

Lo que comenzó como un pequeño negocio familiar fundado por tres hermanos llegados de Grao ha evolucionado hasta convertirse en una confitería en Avilés de referencia, reconocida por su repostería artesana, su trato cercano y su firme apuesta por la calidad.

Hoy en día, es la segunda generación quien ha tomado el relevo. Adrián y su hermana Paula continúan el legado con la misma pasión de siempre, mientras su padre, Francisco Javier, se va retirando poco a poco tras toda una vida dedicada al obrador. El cariño por lo que hacen se nota en cada detalle, desde la elección de los ingredientes hasta la atención a cada cliente que cruza la puerta.

Confitería Grao: Confitería en Avilés

Confitería Grao comenzó su andadura en el año 1980, justo enfrente de donde se encuentran ahora. Diez años después, decidieron asentarse definitivamente en el local actual, que se ha convertido con los años en un punto de encuentro para vecinos y vecinas del barrio, y también para quienes vienen de otras zonas de Avilés en busca de un buen dulce.

El nombre de la confitería no es casualidad: hace homenaje a las raíces de la familia, que es originaria de Grao. Un gesto sencillo pero lleno de identidad que refleja esa mezcla de orgullo por el origen y amor por lo que hacen.

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Dulces de autor con recetas que conquistan

Uno de los pilares de esta confitería en Avilés es su compromiso con la elaboración artesanal. Aquí todo se hace desde cero: sin atajos, sin productos industriales y con la satisfacción de ver cómo un simple bizcocho o una crema montada con mimo se convierten en algo que alegra el día a quien lo prueba.

Su tarta Santa Paula, por ejemplo, es ya un clásico de la casa. Se trata de una milhoja rellena de crema pastelera y chantilly de nata que ha acompañado celebraciones, meriendas y momentos especiales durante generaciones. Es una de esas recetas que se transmiten como parte del patrimonio familiar, y que siguen preparándose con la misma dedicación de siempre.

Pero también han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Una de sus creaciones más demandadas en los últimos años es el croissant relleno de crema Kínder y cubierto de chocolate. Una delicia que triunfa entre los más jóvenes y que ya forma parte del día a día de muchos desayunos y meriendas.

El brownie, denso, jugoso y con un sabor intenso, ha ganado también un hueco entre los más pedidos. Y para quienes buscan algo más tradicional, siguen elaborando con mimo pastas de té de mantequilla, ideales para regalar o acompañar un buen café, y bombones artesanos con chocolate belga que son un verdadero lujo para el paladar.

Mención especial merece el mantecado Pumacero, uno de los dulces más representativos de la ciudad, y que aquí elaboran con especial orgullo. No hay mejor embajador del sabor avilesino que este mantecado, que continúa siendo una bandera de identidad local.

Dos locales, una misma filosofía: calidad y cercanía

Actualmente, Confitería Grao cuenta con dos puntos de venta. El primero y principal es el de Villalegre, su sede original y el auténtico corazón del negocio. Allí, además del obrador, disponen de un agradable espacio de cafetería con barra y 12 mesas, donde los clientes pueden sentarse a disfrutar con calma de un desayuno o una merienda.

Hace apenas unos años decidieron ampliar su presencia en la ciudad abriendo un segundo punto de venta en el centro de Avilés, muy cerca de Sabugo, junto al Tedi. En este local no hay cafetería, pero sí una cuidada selección de todos sus productos para llevar.

En Villalegre, la cafetería es especialmente popular a la hora de la merienda, cuando el ritmo baja y los clientes disfrutan de un ambiente más relajado.

Materias primas seleccionadas con mimo y sin bajar el listón

Mantener una alta calidad en los tiempos que corren no es fácil. Los precios de los ingredientes suben, los márgenes se estrechan y las grandes superficies compiten con productos más baratos. Pero en Confitería Grao lo tienen claro: prefieren ganar un poco menos antes que renunciar a la calidad.

Siguen apostando por materias primas de primera, por elaboraciones honestas y por ese saber hacer que no se improvisa. Porque al final, dicen, lo que te llena es ver el producto terminado, saber que se hizo desde cero y que va a formar parte del día de alguien.

Confitería en Avilés con alma, historia y futuro

Confitería Grao no es solo un lugar donde comprar dulces: es una historia familiar que se sigue escribiendo, una apuesta por la calidad y una muestra de que la tradición, bien cuidada, puede convivir con la innovación sin perder su esencia.

Puedes seguir a Confitería Grao en redes sociales para descubrir sus nuevas creaciones, ver el día a día en el obrador o simplemente darte un antojo visual. Y si pasas por Villalegre, aprovecha para visitar otros comercios locales como Andrés Fotógrafo, especialista en capturar momentos únicos, o Befriends, la academia de inglés que demuestra que aprender también puede ser divertido.