Confiterías de Avilés: Vidal una historia de familia, esfuerzo y dulzura

Confitería Vidal es mucho más que uno de los referentes entre las confiterías de Avilés. Es la historia de una familia que desde 1982 ha sabido mantener viva la esencia de la repostería artesanal, combinándola con una constante adaptación a los nuevos tiempos. Desde sus inicios en la calle de La Cámara, esta confitería ha crecido sin perder de vista sus raíces, sus valores ni su amor por el buen hacer.

A lo largo de más de cuatro décadas, han evolucionado de ser un pequeño negocio familiar a convertirse en una pequeña empresa con tres tiendas y una clientela fiel que valora la calidad, el sabor y la cercanía. Confitería Vidal ha sabido conjugar el respeto por las recetas tradicionales con la innovación, el gusto por el detalle y una mirada abierta al mundo.

Confiterías de Avilés: Confitería Vidal

Corría el año 1982 cuando Emilio Vidal padre y Mª Luisa decidieron dar un paso valiente: dejar la pastelería donde trabajaban, La Estrella de Castilla, y abrir su propio negocio al otro lado de la calle.

Con el paso del tiempo, los hijos se incorporaron al proyecto, aportando nuevas ideas, formación y experiencia, pero siempre respetando el legado de sus padres. Ese equilibrio entre generaciones ha sido clave para que Confitería Vidal siga siendo una de las confiterías de Avilés más queridas y valoradas.

De una tienda a tres: expansión sin perder la esencia

Gracias al esfuerzo constante y la calidad indiscutible de sus productos, en 1991 Confitería Vidal abrió una nueva tienda en la misma calle. Poco después, llevaron su sabor hasta Piedras Blancas, donde también fueron recibidos con entusiasmo. Actualmente, con tres establecimientos en funcionamiento, han demostrado que es posible crecer sin perder la esencia.

Pero no se trata solo de abrir puertas: se trata de mantener una continuidad, una identidad y una forma de trabajar. En cada una de sus tiendas, la atención sigue siendo cercana, los productos siguen elaborándose con mimo y el compromiso con el cliente sigue siendo una prioridad. Ese es el sello que les distingue dentro del universo de las confiterías de Avilés.

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Confiterías de Avilés entre lo tradicional y lo internacional

Entre sus especialidades no faltan los clásicos imprescindibles: el bollo de Avilés y la marañuela, símbolos de la repostería asturiana. Pero también apuestan por una línea más internacional, con referencias francesas e innovaciones constantes en sabores, formatos y texturas.

El pastel francés, por ejemplo, es uno de sus productos estrella, ideal para celebraciones familiares. Además, trabajan con bombonería propia, elaborada con chocolates de primera calidad, lo que refuerza aún más su carácter artesanal.

Emilio, uno de los miembros de la familia tuvo la oportunidad de hacer prácticas en Francia, experiencia que influyó de manera notable en la vitrina actual de la confitería. A esa mirada abierta se suma la sensibilidad por las nuevas tendencias.

¿Por qué elegir Confitería Vidal?

La respuesta es sencilla y, al mismo tiempo, profunda: porque lo hacen bien, cuidan cada detalle, saben que la repostería también es memoria emocional, y porque han sabido ganarse el cariño de generaciones de avilesinos.

Confitería Vidal no solo ha resistido al paso del tiempo, sino que ha sabido adaptarse, evolucionar y seguir marcando tendencia sin renunciar a sus raíces. En el mapa de las confiterías de Avilés, Vidal ocupa un lugar especial: por su historia, por sus productos, y por seguir demostrando, cada día, que el sabor también se hereda.

Sus redes sociales son una buena forma de estar al tanto de lo que se cuece en los obradores de Vidal —novedades, sabores de temporada, tartas especiales o ideas para regalar—. Aunque te contamos un secreto, nada sustituye al olor recién hecho, a la atención cercana y al placer de elegir tu pastel favorito viendo cada detalle en la vitrina.