El Bar Reguero es uno de esos rincones con alma que aún resisten en la villa. Un Bar en Avilés que mantiene viva la esencia de las antiguas tabernas, donde el trato cercano, la memoria de barrio y la sensación de hogar siguen siendo protagonistas.
Con casi 100 años de historia y una nueva etapa que comenzó en mayo de 2024, el equipo que lo gestiona continúa apostando por la familiaridad, por una carta de vinos amplia y cuidada, y por pequeñas delicias en conserva gourmet que acompañan cada visita. Además, se han convertido en un lugar perfecto para reuniones, pequeños eventos y celebraciones.
Bar Reguero: un Bar en Avilés casi centenario
El Bar Reguero abrió sus puertas hace aproximadamente 90 años. En aquel entonces, la ubicación era estratégica: justo delante pasaba la parada del autobús y se encontraba el mercado del ganado. Por eso era bar y también fonda. Los camioneros llegaban con el ganado, pasaban por el bar, hacían sus gestiones y luego subían a descansar a las habitaciones que había en la planta superior. Era una casa sencilla, de bajo y planta, pero repleta de vida diaria.
La actual gestión del Bar Reguero, a cargo de Marcos, comenzó en mayo de 2024 apostando por conservar el espíritu original del local. Siguen encantados con la zona, con la clientela y con un ambiente que parece detenido en el tiempo, pero con un toque actual que lo hace aún más acogedor.
Bar Reguero
Dirección: Plaza Carbayedo, 23, Avilés
Instagram: reguero2024
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Una taberna de las de antes
El Bar Reguero ofrece algo que hoy en día cuesta encontrar: un ambiente familiar de verdad. Es un Bar en Avilés donde conocen a la gente por el nombre, donde recuerdan qué toma cada cliente y donde las historias del día a día encuentran siempre un hueco en la barra.
No es un local moderno ni pretende serlo. Su encanto está en conservar la esencia de siempre, donde se charla y se vuelve porque uno se siente parte.
Una carta de vinos amplia y variada
Uno de los puntos fuertes del Bar Reguero es su carta de vinos. Ofrecen entre 25 y 30 marcas diferentes, con opciones para todos los gustos. Tienen varios Riojas, diferentes Ribera del Duero, Albariños, Prieto Picudo, vinos de Navarra, rosados variados y alguna propuesta más especial. Hay vinos económicos para el chateo diario y otros más cuidados, disponibles tanto por copa como por botella.
No es raro que lleguen grupos a celebrar cumpleaños, jubilaciones o pequeños eventos. Preparan mesas grandes, cavas de vino y la decoración necesaria. Se adaptan a lo que cada grupo necesita. Si hace falta, cierran la terraza trasera para celebraciones más numerosas. Su filosofía sigue siendo la de un bar familiar: si pueden dar el servicio, lo dan.
Latas gourmet para acompañar el vino
Aunque el Bar Reguero no es un sitio de comidas, sí cuentan con una pequeña carta de latas de conserva gourmet que acompaña muy bien a los vinos. Tienen entre 6 y 7 tipos de latas: mejillones, navajas, zamburiñas, ventresca de bonito con pimientos, chipirones rellenos con arroz…
Algunas se sirven con picos de pan y otras con sus guarniciones correspondientes. Son detalles pensados para quienes quieren alargar el vermut o acompañar varias rondas sin complicaciones.
Una terraza versátil y espacios adaptables
El Bar Reguero cuenta con una terraza delantera con unas 14 mesas y un banco, además de otra zona trasera con 12 o 14 mesas más, acompañadas de sillas bajas y bancos de mimbre. También disponen de mesas adicionales para montar eventos sin interferir en el uso normal de la terraza. Han organizado cumpleaños, jubilaciones y celebraciones de grupos grandes, siempre adaptándose a lo que piden los clientes.
Un bar en Avilés que invita a volver
El Bar Reguero anima a todo el mundo a conocer su historia y su ambiente. Es un bar de toda la vida donde se recibe a la gente como en casa. Quien entra una vez, normalmente repite. Y ese es, al final, el secreto de un Bar en Avilés que sigue siendo parte del barrio casi un siglo después.
Si buscas un rincón auténtico, con alma, con buen vino y con un trato cercano de verdad, el Bar Reguero es una visita obligada. Y, por cierto… si después de tomarte un vinito con unos buenos mejillones todavía te quedan ganas de un postre rico, tienes justo al lado Dialva para vos, con cosas riquísimas para rematar la visita por todo lo alto.
